Toni Benavent en Caixa Popular A Escena

El teatro nos aporta conciencia, sensibilidad, libertad... nos permite volar.

Dice la RAE, en su primera acepción de la palabra, que invisible es algo "que no puede ser visto". Pero qué algo no pueda ser visto no significa que no esté ahí. Trasladando un símil muy utilizado en el mundo del mar al teatro, podríamos decir que una producción teatral es como un iceberg, en el que los espectadores y espectadoras solo vemos la punta de todo (lo visible), pero los cimientos que hacen que no se tambalee ese todo están sumergidos en la parte escondida (lo invisible).

Desde Caixa Popular y el Teatro Olympia queremos, en esta sección del blog, poner en valor y visibilizar todas esas profesiones y profesionales, oficios, y por qué no llamarlo arte, que están detrás de cada montaje o producción teatral, que quedan fuera de los focos, del calor del público, del reconocimiento, pero que son imprescindibles para subir el telón cada día. 

En esta segunda entrega tenemos el placer de contar con el productor Toni Benavent;

1. ¿Quién es Toni Benavent?

Nací hace 59 años en l'Alcúdia, Ribera Alta, donde vivo actualmente con mi familia. A los 14 años empecé a trabajar en el negocio familiar con la perspectiva de que ese sería mi trabajo para el resto de mi vida. En mi tiempo libre, desde los 12 años, como hobby hacía teatro con mis amigos en un grupo amateur que habíamos creado allá por mitad de los '70. La Colla Teatre. Un simple giro del destino, como diría Bob Dylan, hizo que de manera imprevista, cerca de cumplir los 30 años, yo dejase el negocio familiar. Casualmente la compañía Moma Teatre, dirigida por Carles Alfaro, estaba montando un espectáculo, "La cantante calva" con dirección de Joaquín Hinojosa.


2. ¿Qué hace un productor teatral?

Técnicamente, un productor teatral es quien se encarga de la coordinación de todos los equipos artísticos y técnicos siguiendo las indicaciones de dirección. Hay que cuadrar presupuestos, buscar financiación, formar los equipos, supervisar un calendario de ejecución para el estreno, y con todas las fechas importantes, como por ejemplo, la construcción de escenografía, ensayos, montaje de luces, etc.

"Técnicamente, un productor teatral es quien se encarga de la coordinación de todos los equipos artísticos y técnicos siguiendo las indicaciones de dirección".

También cuadrar y resolver la planificación de horarios, buscar la solución rápida a los imprevistos y problemas que siempre aparecen, la relación con todo el personal que participa en un espectáculo y el seguimiento del trabajo de cada una de las partes (escenografía, vestuarios, ensayos, música, audiovisual si lo hay, fotografía, luces...) todo tiene que ser aprobado y supervisado por producción y todo debe estar dentro de los parámetros propuestos por dirección.

"Perseguir la excelencia en todas y cada una de las parcelas y detalles de la producción debe convertirse casi en una obsesión".

Ahora bien, tal como ocurre con más frecuencia en el mundo audiovisual, sobre todo en cine y televisión, más allá de los conocimientos técnicos y la pericia y diligencia profesional, la visión y capacidad artística del productor serán claves y esenciales para lograr un producto de calidad, equilibrado, atractivo y bien resuelto. Perseguir la excelencia en todas y cada una de las parcelas y detalles de la producción debe convertirse casi en una obsesión. Su trabajo no será percibido particularmente en ningún detalle concreto, pero el resultado final dependerá en buena medida de sus aciertos y errores.

Es cierto que todo este paquete de responsabilidades obliga al responsable de producción a vivir con cierto grado de tensión y estrés, Y por supuesto, a conocer bien tanto los temas de gestión y coordinación de equipos, como el lenguaje técnico y tener una amplia formación y visión artísticas, para que las premisas de dirección puedan llegar a buen puerto.

"Un montaje profesional (y yo diría que incluso amateur) sin producción tiene muchas desventajas, muchos más riesgos y desde luego menos posibilidades de acertar en el resultado final".

En la industria audiovisual, cine y televisión, esta persona resulta absolutamente imprescindible. Por motivos de precariedad económica, muchas veces en teatro, sobre todo en montajes de muy bajo presupuesto, se sacrifica esta figura siendo suplida buenamente por parte de los componentes del equipo. Ahora bien, un montaje profesional (y yo diría que incluso amateur) sin producción tiene muchas desventajas, muchos más riesgos y desde luego menos posibilidades de acertar en el resultado final.


Por último tengo que decir que personalmente sin la vertiente artística del trabajo de producción a mi y a la mayoría de productores, no nos resultaría gratificante, interesante ni apasionante este trabajo.

3. ¿Porqué producción?

En la vida uno tiene sus gustos y predilecciones. Yo de entrada, de joven, nunca hubiese pensado en dedicarme a la producción. Para empezar, como la mayoría de gente, no sabía en qué consistía este trabajo. Ahora bien, mis gustos y mi formación entre la empresa familiar y el hobby del teatro, mi afición por la plástica, la fotografía, la música, la lectura complementado por mis estudios de contabilidad cuando aún trabajaba en la empresa familiar, hicieron que al acceder temporalmente a la profesionalidad escénica años más tarde en Moma Teatre, me diese cuenta que el perfil profesional necesario para la producción y gestión escénica reunía muchas de las cosas que a mi me interesaban y que de alguna manera venía haciendo desde pequeño.

Por ello todo esto lejos de ser un problema (el tener tantos frentes que atender) para mi era una ventaja. Relacionarse con los autores, los directores y comprender que querían hacer y cómo lo querían contar, compartir un proyecto desde la complicidad, para posteriormente trasladar todo eso a los equipos como el escenógrafo, el encargado de vestuario, el iluminador, el artista plástico... En definitiva que me encontraba en mi hábitat natural y en unos lenguajes que entendía perfectamente.

"Me gusta la relación con los técnicos, con los actores y actrices, con todo el personal que trabaja en un buen ambiente, con la ilusión y complicidad de crear un buen montaje".

Por otro lado, en La Colla Teatre, en la mayoría de los montajes yo era el coordinador general, que es el equivalente en el ámbito amateur al productor del ámbito profesional. Allí había aprendido a actuar, dirigir, crear y realizar escenografías o el diseño de las luces, trabajar con los artistas plásticos para desarrollar los carteles, etc. Todo eso, suponía para mí una ventaja en el conocimiento y formación práctica y real de muchas especialidades, que, sin yo saberlo, me servirían mucho en el futuro para mi trayectoria profesional.

La producción desde ese amplio punto de vista, colma totalmente mis expectativas. Me gusta estar cerca, participar y seguir los procesos de creación de un espectáculo. Opinar y decidir junto a la dirección, poder colaborar para hacer crecer el proyecto y a su homogeneidad y coherencia, con mis aportaciones. Me gusta la relación con los técnicos, con los actores y actrices, con todo el personal que trabaja en un buen ambiente, con la ilusión y complicidad de crear un buen montaje.  De repente, cuando accedí a Moma, casi por casualidad, me di cuenta de que eso es lo que quería hacer. En la producción se hacían realidad muchas de mis pasiones, Y si además ahora de ese trabajo podía vivir, mucho mejor.

"Esta profesión no solo es un trabajo, por su dedicación necesaria, de algún modo, se convierte también en una forma de vida".

Por otro lado ese trabajo requería cuanta más información mejor. Ver muchos espectáculos, para contrastar, aprender y tener criterio era básico. Lo que además para mí resultaba un verdadero placer y un lujo. Esta profesión no solo es un trabajo, por su dedicación necesaria, de algún modo, se convierte también en una forma de vida. Cuando empecé en Moma, normalmente en aquellos primeros años, yo solía ver más de 200 espectáculos anuales. Últimamente por necesidad de tiempo, he reducido bastante estas asistencias, aun así, estoy poco más o menos sobre el centenar. Son miles de espectáculos vistos y disfrutados y tengo que decir que de todos he aprendido algo.

"Cuando empecé en Moma, normalmente en aquellos primeros años, yo solía ver más de 200 espectáculos anuales. Son miles de espectáculos vistos y disfrutados y tengo que decir que de todos he aprendido algo. Tanto de los que son un éxito, como de los fallidos".

4. ¿Dónde y cómo comenzaste?

Como ya he comentado, mis primeros encuentros con el teatro fueron en la adolescencia. Tenía poco más de 12 años, en los´70 cuando un grupo de amigos creamos La Colla Teatre. En los últimos años de La Colla, como colaboradores pasaron por allí un buen número de profesionales como Juan Mandli, Carles Sanjaime, Diego Braguinski... Carles Alberola, Pasqual Alapont o Empar Canet también formaron parte del grupo y actuaron y dirigieron en diversas ocasiones. Pero además de los montajes que producíamos otro de los grandes alicientes era ir muy a menudo a Valencia a ver teatro. De aquella época me marcaron "Flowers" de Lindsay Kemp, "No hablaré en clase" primer trabajo de Dagoll Dagom, "Laetius" y "Olimpic Man Moviment" de Joglars, "Wielopole, wielopole" de Tadeusz Kantor, "L´Òpera de tres rals" de Brecht dirigida por Mario Gas o "Manicomic" de Tricicle, por poner solo algunos destacados ejemplos.

Pero todo esto era en el tiempo libre. Como hobby. No era un trabajo, no era mi forma de ganar para vivir. Ni tan siquiera en mis más remotos planes podía imaginarme que algún día me dedicaría a esto.

"Así que aparque las oposiciones y entre a trabajar a Moma por unos meses, hasta el estreno. Finalmente fueron seis años, desde el 90 al 96. Este fue mi verdadero inicio profesional". 

Seria a principios de los ´90, cuando sin proponérmelo y sin estar previsto en el guión, casi con treinta años dejé el trabajo en la empresa familiar, sin tener un claro plan B, y empecé a preparar oposiciones. Justamente en ese momento, Moma Teatre empezaba la producción de un nuevo espectáculo y necesitaban incorporar a alguien con experiencia en la parte técnica y de producción. Tenían marcada una fecha de estreno y Carles Alfaro necesitaba alguien que ayudase en la realización escenográfica y en temas técnicos y de coordinación. Así que aparque las oposiciones y entre a trabajar a Moma por unos meses, hasta el estreno. Finalmente fueron seis años, desde el 90 al 96. Este fue mi verdadero inicio profesional. Puedo decir con satisfacción y orgullo, que mi universidad y mi master en el teatro profesional tuvo lugar en Moma Teatre.

Allí también participe, además de la producción de varios espectáculos, en otros proyectos apasionantes, y colaterales, como la puesta en marcha de una de las primeras salas alternativas de Valencia "Atelier 24" donde Moma Teatre tenía sus oficinas y local de ensayos. Este hecho me permitió participar activamente a principio de los´90, en la creación de la primera Coordinadora Nacional de Salas Alternativas, junto con Pepe Sanchis Sinisterra de la Becket de Barcelona, Javier Yague de Cuarta Pared y Carlos Marquerie y Juan Muñoz de Pradillo en Madrid y Helena Pimenta de la Niessen de Renteria y otros compañeros más de varios espacios alternativos de todo el estado ya que comenzaba a nacer por todo el territorio español el fenómeno de las Salas Alternativas.


Por aquel entonces y paralelamente, Carles Alberola, terminaba sus estudios de arte dramático y junto a Alfred Pico, estrenaban sus primeros montajes profesionales. Pensamos que el momento de montar un proyecto propio había llegado y así en el 94 creamos una nueva compañía Albena Teatre. Una S.L. que se dedicaría principalmente a las artes escénicas, pero que ya en sus objetivos fundacionales, contemplaba también llegar algún día al sector audiovisual, es decir cine y televisión. Al fin y al cabo, la finalidad es muy similar. Contar historias que puedan interesar a la gente. El primer espectáculo sería un monologo de humor "Currículum" interpretado y dirigido por Carles Alberola y escrito conjuntamente con Pasqual Alapont. Y en el futuro, entre Carles Alberola y yo escogeríamos y diseñaríamos los espectáculos y proyectos a montar. Carles se haría cargo de la autoría y dirección y yo de la gestión y producción. Había nacido Albena Teatre.

5. ¿Qué te ha dado el teatro?

En primer lugar tengo que aclarar que disfruto muchísimo con el teatro. No solamente desde la óptica profesional, si no desde el punto de vista del espectador, de la felicidad que me produce su consumo. Supongo que esto queda marcado desde la adolescencia, desde la juventud, cuando ir a Valencia a ver una función era una fiesta. Primero reunirse con los amigos y después el viaje a Valencia. Los primeros años en tren y más adelante ya, en los vehículos propios. Después el poder disfrutar del espectáculo, en el Valencia Cinema, Micalet, Principal, Olympia...Y para terminar tomando algo y hablar de lo que habíamos visto y lo que había supuesto la experiencia.

"Por otro lado el teatro es un espejo de la realidad. De lo que somos, de lo que queremos, de nuestros sueños, de nuestra existencia. Creo que nos ayuda a entender mejor la vida".

Por otro lado el teatro es un espejo de la realidad. De lo que somos, de lo que queremos, de nuestros sueños, de nuestra existencia. Creo que nos ayuda a entender mejor la vida. La nuestra, la de los demás. El teatro nos aporta conciencia, sensibilidad, libertad... nos permite volar. Su efecto es tan potente y tan catártico que ni tan siquiera el cine lo puede alcanzar.

Si además de poder disfrutarlo como espectador uno tiene la suerte de poder vivir de él con su trabajo, la suerte es doble. Poder disfrutar de los procesos de creación, intentando llegar y mimar al público para que se produzca ese efecto catártico que nos permite soñar, reír hasta desencajar la mandíbula o emocionarse y llorar hasta vaciarse.

"Cualquier buen profesional debe estar dispuesto a sacrificar una vida ordenada con horarios razonables, porque no siempre esto es posible si vives del teatro".

6. ¿Y qué te ha quitado?

Prácticamente a mí, como a la mayoría de profesionales que nos dedicamos al teatro en cualquiera de sus vertientes, lo que más echamos en falta, a parte de una economía siempre muy ajustada, es el tiempo. Tiempo para vivir las otras cosas importantes de la vida. Tiempo para poder estar más con la familia, con los amigos, para leer un libro, para desconectar un fin de semana... Pero el teatro no entiende de estas necesidades, es exigente con sus profesionales y exige estos sacrificios.  Cualquier buen profesional debe estar dispuesto a sacrificar una vida ordenada con horarios razonables, porque no siempre esto es posible si vives del teatro.


7. ¿Qué es lo que más te apasiona de tu profesión?

Son varios los motivos que hacen de este un trabajo bastante especial. Por un lado compartir procesos creativos con gente con las mismas afinidades e inquietudes. Por otro, que en modo estricto, no existe la rutina. Ningún día es igual. Las dinámicas cotidianas parecen rutinarias, pero el hecho de trabajar con proyectos y personas diferentes las convierten en trabajos singulares.

"En el teatro todos aprendemos del arte de vivir. El que lo cuenta (el profesional) y el que lo mira (el público, el espectador)".

Crear con el objetivo de que la gente pueda evadirse durante un par de horas y disfrutar de una propuesta escénica, tiene su encanto y conseguirlo siempre es gratificante. En el teatro todos aprendemos del arte de vivir. El que lo cuenta (el profesional) y el que lo mira (el público, el espectador).  Y cómo ya he dicho, a mi esta profesión concreta de producción, me da la oportunidad de seguir en contacto con mis pasiones, la literatura, la escena, la música, la plástica... Y también el hecho de conocer en los procesos a muchas personas interesantes, de las que siempre uno tiene muchas cosas que aprender.

8. ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere comenzar en este mundo?

Pues que esté totalmente seguro de que esta es su pasión y que quiere dedicarse a esto. Porque va a necesitar mucha paciencia e insistencia. Deberá acostumbrarse a levantarse muchas veces, a empezar de nuevo constantemente, y tener claro que el nuestro es un sector muy complicado, muy inestable, precario en muchos casos y lleno de contrastes, y contradicciones, como en una montaña rusa. Un día recibes un gran premio o reconocimiento y al día siguiente puedes estar sin trabajo.

"Deberá acostumbrarse a levantarse muchas veces, a empezar de nuevo constantemente. Un día recibes un gran premio o reconocimiento y al día siguiente puedes estar sin trabajo".

Evidentemente, no hay obstáculo ni muralla que la determinación y el interés provocados por una verdadera pasión no puedan derribar. Pero hay que tener muy claro que para poder vivir de las artes escénicas va a requerir de mucho empeño, de mucho trabajo, de un esfuerzo constante y de superar muchos momentos difíciles. Algunos pueden creer erróneamente que nuestra profesión es un camino de rosas, cuando en realidad se parece más a un campo de minas. Si a pesar de saber todo esto, uno tiene claro que esto es lo que desea pues adelante... trabajo, trabajo. trabajo y paciencia. Y si además puede rodearse de buenos profesionales, le facilitará mucho el trabajo a la suerte.


9. ¿Recuerdas alguna persona que te haya marcado significativamente en tu carrera?

Es evidente que todas las personas te marcan, te dejan su huella, en uno u otro sentido. En mi caso lógicamente y en el aspecto positivo, las personas que más me han marcado son aquellas con quienes más he compartido, como en el caso de Carles  Alberola que es con quien llevo más de 25 años profesionalmente compartiendo proyectos, ilusiones y penas. Tenemos muchas cosas en común y algunas diferencias, que bien llevadas, enriquecen nuestros proyectos.

También Carles Alfaro, porque con él fueron los inicios profesionales y es también uno de los directores con los que más aprendí. Y Fernando Bernues de Tantaka, o Pascual Alapont que ya estaba en La Colla y que también compartimos trabajo en Moma y en Albena. O gente como Enric Solbes, siempre dispuesto a facilitar el trabajo tanto en La Colla como en Albena, con más de una veintena de carteles y su pasión por el diseño y las artes plásticas y su eterna paciencia para encontrar aquello que buscaba. O mis compañeros técnicos Marcos Orbegozo, el jefe técnico de la compañía y Ximo Olcina, jefe de luces. O socios de los que siempre siempre se aprenden cosas como Joan Carles Dauder, Enrique y María Ángeles Fayos, Ana Latras, Jaume Colomer, Carles Molinet, Eduardo Galán... O mis compañeros de Avetid y Faeteda con los que he compartido muchas horas de trabajo, de esperanzas y desesperanzas peleando por un sector mejor. O cómo no, también he aprendido mucho de prácticamente todos los actores y actrices con los que he trabajado. Creo que podría llenar un par de folios con nombres, porque si algo tiene esta profesión, como ya he dicho antes es que uno puede aprender mucho con la gente que le rodea si realmente está receptivo.

10. ¿Cómo ha cambiado esta profesión a lo largo de los años?

La esencia es la misma, hacer teatro es casi como hace 2000 años. Una historia interesante que contar, alguien que la cuenta y alguien que la escucha. En vivo y en directo. Claro que han cambiado las formas. Hoy es todo mucho más complejo, mucho más tecnológico, interdisciplinario y transversal. No siempre y necesariamente es así, pero en muchos casos el lenguaje tecnológico es hoy en día un apoyo y una parte esencial en muchos espectáculos. Una tecnología que hay que conocer y dominar.

"La esencia es la misma, hacer teatro es casi como hace 2000 años. Una historia interesante que contar, alguien que la cuenta y alguien que la escucha. En vivo y en directo". 

Por otro lado y desde la producción es todo mucho más complejo porque la burocracia y los protocolos son infinitamente mayores en todos los sentidos, Riesgos laborales, protección de datos, auditorias... Pero en lo básico seguimos necesitando buenas historias, unos buenos actores y actrices que nos emocionen y nos haga vivir con complicidad sus situaciones, buen pulso en dirección porque tanto el ritmo como la interpretación son esenciales en un buen espectáculo. Y si es posible, toda una serie de elementos sensoriales, que nos pueden ayudar a vivir más intensamente la experiencia de asistir a un teatro. Las luces, la escenografía, la música, el vestuario...

"Es determinante el factor humano, en el teatro, y por eso es singular y artesanal. Por lo mismo que le hace atemporal e inmortal".

Nuestro proceso es un proceso puramente artesanal, único, que a diferencia de otros procesos industriales, puede participar y participa de la tecnificación pero no permite los procesos seriados ni las cadenas industriales. Es determinante el factor humano, en el teatro, y por eso es singular y artesanal. Por lo mismo que le hace atemporal e inmortal.


11. ¿Se puede vivir (bien) de esta profesión?

Si la prioridad de uno en esta vida es la de ganar dinero y tener una vida organizada, con horarios razonables, entonces seguramente no es esta la profesión más adecuada. Ahora bien, si tu pasión es el teatro, el musical, el audiovisual... y estás dispuesto a dedicarle tu tiempo y tu vida, a trabajar duro y a aceptar la montaña rusa que supone, cualquier especialidad de este sector, entonces podemos decir que es complicado llegar a vivir bien de este trabajo, pero no imposible. Si, se puede vivir de este trabajo, incluso en algunos buenos momentos, con cierta tranquilidad o normalidad, aunque no sea lo normal ni lo que ocurre mayoritariamente.

"Si tu pasión es el teatro, el musical, el audiovisual... y estás dispuesto a dedicarle tu tiempo y tu vida, a trabajar duro y a aceptar la montaña rusa que supone, cualquier especialidad de este sector, entonces podemos decir que es complicado llegar a vivir bien de este trabajo, pero no imposible".

Pero bueno, hay que entender que cada uno invierte su vida en lo que quiere, tiene sus necesidades, sus prioridades, y su punto de locura. Y evidentemente la locura por el teatro (o el veneno del teatro) es parte de su encanto y el motivo por el que muchos profesionales aceptan corren el riesgo de la precariedad constantemente, al intentar vivir de esta profesión. Si consigues vivir de ello, como es mi caso, aunque renuncies a poder tener una vida mejor resuelta en lo económico y en lo temporal que si trabajases en otros sectores, la recompensa y la gratificación emocional y personal que ofrece el mundo del teatro, compensa ampliamente.

"Para perseguir la viabilidad y la calidad en el resultado final, para adelantarse a los problemas de todo tipo y solucionarlos, para todo ello la producción es absolutamente necesaria".

12. ¿Hay futuro en la producción?

Desde luego, si hay futuro en las artes escénicas, en los musicales, en la danza, en la televisión y en el cine... hay futuro en la producción, porque es una especialidad cada vez más necesaria. El hecho de que la producción no resulte visible al espectador, como si resulta visible a primera vista la interpretación, la dirección, la escenografía, las luces o la música, no quiere decir que no sea importante e incluso imprescindible. Sobre todo, como he explicado, para los proyectos complejos, para perseguir la viabilidad y la calidad en el resultado final, para adelantarse a los problemas de todo tipo y solucionarlos, para todo ello la producción es absolutamente necesaria.

13. ¿Dónde podemos encontrar a Toni Benavent en su tiempo libre?

Pues seguramente en casa, con mi familia, leyendo un libro, escuchando música, o en el pueblo almorzando con mis amigos. Intentando tener una vida tranquila. O comiendo una buena paella, con amigos o compañeros de profesión, seguida de una buena tertulia con una copita de vino... Poco más. Mis aficiones por suerte están totalmente relacionadas y colmadas con mi trabajo, por eso tampoco es extraño encontrarme en una sala viendo teatro, en un concierto de clásica, de cançó, de jazz o de rock, o en una exposición... Me gusta mucho disfrutar de las actividades culturales.


14. ¿Qué le pides al futuro?

Pues no soy nada original en esto. Lo que todo el mundo. Salud, trabajo, seguir junto a la gente que quiero y poder vivir de esto, de la producción, de la gestión y seguir disfrutando de mi trabajo, mientras conozco gente fantástica, enamorarme de los nuevos trabajos... Y en lo general, me gustaría que el teatro y las artes escénicas ocuparan el lugar que les corresponde, que la administración y la sociedad, valorasen más la importancia de la cultura y de las artes escénicas. Que fuésemos un poco más europeos en este sentido. Que no resultase tan complicado vivir de este sector para la inmensa mayoría de profesionales, mucho más con lo exigente y absorbente que resulta ahora.

"Me gustaría que el teatro y las artes escénicas ocuparan el lugar que les corresponde, que la administración y la sociedad, valorasen más la importancia de la cultura y de las artes escénicas".

Y que los profesionales que están comenzando, encuentren menos complicaciones de las que hemos encontrado nosotros. Que la sociedad reconozca el teatro como un elemento de cohesión social, de creación de puestos de trabajo, pero también de evasión, de sensibilización, de formación permanente de las personas. Peter Broock decía que el teatro no puede dar directamente pan a los pobres, pero puede ayudar a combatir la pobreza sensibilizando a la sociedad. Por eso, el teatro es imprescindible y por eso pido mucho teatro, porque cuanto más teatro tengamos mejor serán nuestras vidas y nuestra sociedad.

"Peter Broock decía que el teatro no puede dar directamente pan a los pobres, pero puede ayudar a combatir la pobreza sensibilizando a la sociedad".

También puedes consultar nuestra entrevista a la regidora Olga Utiel, la primera protagonista de Caixa Popular A Escena.

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