Fernando Tejero, Malena y Ernesto Alterio, Enric Benavent, Adriana Ozores
Antón Chéjov dotó de protagonismo a personajes sencillos y casi anecdóticos que, hasta entonces, habían carecido de relevancia alguna en relatos y dramaturgias. Y aún con toda su mezquindad, con todas sus debilidades, sus imperfecciones y su amargo heroísmo de supervivientes sociales, fue capaz de extraer de ellos suficiente alma y sentimiento como para hacerlos tremendamente parecidos a cada uno de nosotros. En este espectáculo, por tanto, te ríes, sí. Pero, en el fondo, es posible que lo estés haciendo de ti mismo.