Adriana Ozores, Fernando Tejero, Joaquín Climent, Carmen Ruiz
Hace sesenta y siete años Eugène Ionesco estrenaba la que, podría decirse, se convertiría automáticamente en una obra culmen del teatro del siglo veinte y una de las obras más representativa del llamado teatro del absurdo, 'La cantante calva'. Una gran comedia que es en sí misma una gran tragedia. Así la calificó su autor, todavía perplejo por escuchar las risas del público de París en la noche del estreno. Una obra que nació a partir de las sentencias reveladoras de un manual para aprender inglés y que rebelan nuestro automatismo colectivo, una obra que a través de sus sinsentidos es un fiel reflejo de las sociedades modernas y muestran el absurdo de nuestras acciones que llenan nuestro día a día. Una obra de amplia visión de futuro.