Amor lésbico en tiempos de franquismo
Un espectáculo inspirado en una historia real de dos maestras de Valencia
Àfrica Alonso trae esta historia, inspirada en hechos reales, a los escenarios, de la mano de la dirección de Marilia Samper, la música de Andrea Puig y con un formato único. La combinación de texto y música en una obra que pretende romper con el silencio, y reivindicar las vidas de las lesbianas como lo que son: la memoria histórica de nuestro país.
Isabel es una joven profesora de historia de una escuela en los años del franquismo en España y está profundamente enamorada de Carmen, la profesora de literatura.
Sin querer, pero sin poder evitarlo, nace una historia de amor entre las dos que parecerá que acaba cuando la familia de Carmen, de ideales fuertemente conservadores, la obliga a internarse en un hospital de enfermos psiquiátricos para curarse de este amor que no puede ser y que no está bien visto.
Tiempo después, Carmen regresa a casa con Isabel, dejando atrás familia, hospital y trabajo, teniéndose que enfrentar ahora a las secuelas que los electro-shocks que ha estado recibiendo en el hospital le han causado. Isabel intentará ayudarla a sobrevivir hasta las últimas consecuencias.
Esta historia de amor que las une, en un contexto de miedo y opresión, se convierte en una lucha entre lo que la sociedad espera de las mujeres y su voluntad de vivir en libertad y sin complejos.
Descarga aquí el programa de mano de Una luz tímida
Que dice el público y la prensa
"Una luz tímida es uno de esos regalos que en ocasiones nos encontramos en la cartelera. Las dos protagonistas hacen un trabajo encomiable y la partitura, interpretada en directo por una guitarra y un violoncelo, es exquisita".
"Una obra musical contundente, sentida y valiente que da visibilidad a una parte del colectivo LGTBIQ".
"Que el relato oficial sea justo y que no lo cuenten, como siempre, los ganadores. Hacer cultura es esto: poner en duda el sistema imperante."
"Una obra potente y con una calidad espléndida. El espectador se siente totalmente cautivado ante una narrativa realista, que no pierde el gusto artístico y poético en algunas partes. Hay una sensibilidad detrás que traspasa el escenario y así se siente en el patio de butacas".